Marina Gómez Borja decidió el pasado año formarse en el sector de la construcción tras quedarse en el paro. Ahora es una de las pocas mujeres pintoras de estructuras metálicas de Galicia gracias a la Fundación Laboral
Después de varios años en el sector forestal, Marina Gómez decidió probar suerte en el sector de la construcción para lograr una mayor estabilidad laboral. Tras formarse con la Fundación Laboral en un curso de Pintura y Granallado, su capacidad de aprendizaje y esfuerzo han hecho que esta gallega de 31 años no haya dejado de trabajar desde que terminó su formación.
PREGUNTA.- ¿Cómo conociste el curso de Pintura y Granallados? ¿Por qué te inscribiste en el curso?
RESPUESTA.- Conocí el curso a través del Consorcio de Carballiño, donde yo vivo. En ese momento, yo estaba en el paro, y me resultaba interesante el oficio de pintor. No había trabajado nunca en el sector y decidí inscribirme en el curso para ver en qué consistía y aprender. Después de hacer las prácticas del curso, me llamaron para trabajar.
P.- ¿Dudaste en algún momento en lanzarte a este sector por ser mujer?
R.- Sí, a la hora de inscribirme tenía dudas, porque el oficio de pintor suena a algo duro. Pero después de hacer el curso y las prácticas, y ver en qué consistía, me di cuenta de que no era así y que era capaz de hacer el trabajo.
P.- ¿Qué recuerdo guardas de tu paso por el curso? ¿Qué módulo te pareció más interesante?
R.- Por un lado la parte práctica, porque pudimos ver cómo funcionaban las máquinas y cómo iba a ser el trabajo en realidad. Por otro lado, también me gustó mucho el curso de puente grúa, porque era algo que no había manejado nunca y tuve la oportunidad de hacerlo. Yo entonces me veía nerviosa y muy poco capacitada; me parecía muy complicado.
P.- ¿Cómo fue la experiencia de realizar tus primeras prácticas en el sector?
R.- El primer día, al empezar las prácticas, todo me parecía muy peligroso y misterioso. Mis compañeros me decían que todo era peligroso para que tuviera precaución. Sin embargo, luego ves que, con las medidas oportunas, puedes hacer el trabajo perfectamente. Yo no había pintado ni había hecho nada parecido en mi vida, y todo me parecía muy difícil. Pero los profesores fueron súper atentos y fue todo genial.
P.- ¿Cuál fue tu reacción el primer día de trabajo?
R.- Yo me sentí muy sorprendida, porque después del curso ves que es un trabajo donde solo hay hombres. Pero también me sentí muy contenta, y orgullosa, porque fui la única mujer del curso que entró a trabajar en la empresa.
P.- ¿Cómo te imaginabas el mundo de la pintura a la hora de inscribirte en el curso?
R.- Al principio, como el curso era de pintura, yo me imaginaba que íbamos a pintar casas o paredes. Pero, una vez allí, ves que hay que granallar, chorrear, lijar… Te ves haciendo de todo y piensas que es imposible, pero sí se puede.
P.- ¿Cómo encontraste tu trabajo en el sector?
R.- En el curso nos ofrecían empezar a trabajar con la empresa con la que hacíamos las prácticas. Se quedaron con nuestros nombres y al poco de terminar el curso nos llamaron a algunos alumnos y empezamos a trabajar. Aunque en el curso éramos cuatro chicas, para el trabajo, sólo me llamaron a mí.
P.- ¿Has tenido algún problema para integrarte en el trabajo por ser mujer?
R.- Para nada, todo lo contrario. Mis compañeros son personas maravillosas. Hago el mismo trabajo que ellos, sin discriminación ninguna. Más bien es todo lo contrario: si ven que no puedo con algún bote, me echan una mano. No he tenido ningún tipo de problema ni por ser mujer, ni ha habido comentarios machistas ni nada. Además, en el salario tampoco he tenido ningún problema. Nos pagan en función de la categoría, como en cualquier empresa. No hay ninguna distinción. Si me tengo que subir a un andamio y lijar, lo hago como cualquier otro trabajador.
P.- ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo actual?
R.- A mí me da igual la tarea que me manden; no tengo preferencias. En general estoy a gusto, me siento como en casa y tengo unos compañeros muy buenos.
P.- ¿Cómo te apañas para compaginar tu trabajo con la vida familiar?
R.- No tengo ningún problema. Durante el tiempo en el que estoy trabajando, mis hijos están en el colegio. Además, si necesito una cita médica o cualquier cosa, lo comunico a la empresa y ya está.
P.- ¿Te arrepientes de no haberte lanzado antes a trabajar en el sector?
R.- Antes de hacer el curso estaba trabajando en otro sector. Una vez me quedé en el paro y se me ofreció el curso, lo acepté y me sentó genial, porque después me quedé a trabajar. Ahora que vamos a terminar la obra en la que estamos, espero que cuando vuelva a salir una obra de estructuras metálicas cuenten conmigo de nuevo.
P.- ¿Piensas en seguir formándote en el sector?
R.- La formación en la empresa desde que terminé el curso de pintura ha sido prácticamente continua: nos enseñan a resolver problemas en las estructuras metálicas, conocemos más tipos de pintura… Además, si vuelvo a estar en paro, pienso inscribirme en otro curso. Me interesa mucho la soldadura. Me llama la atención, porque no sé soldar y me gustaría aprender. Además, he visto que en la construcción hay mujeres soldadoras y se trabaja todo el año. Sería una buena manera de tener estabilidad en el trabajo.
P.- ¿Cuál crees que va a ser el papel de la mujer en el futuro del sector?
R.- Espero que en el futuro la cosa cambie y que haya más mujeres en el sector para plantar cara y demostrar que estamos aquí y que valemos. Creo que a lo mejor somos nosotras quienes tenemos que dar el empujón para salir adelante, porque aunque yo sea pintora, sé que pasa lo mismo en otros oficios del sector.
P.- ¿Qué le dirías a una chica joven que se plantea meterse en el sector de la construcción?
R.- Que se atreva, que pruebe a hacer las cosas para ver si es capaz o no. Si no pruebas, nunca lo sabrás. Cuando empecé el curso, todo me parecía muy complicado y pensaba que no iba a valer para esto. Me llamaron y probé suerte. Al probar, vi que era capaz y dije: – ¿Por qué no voy a trabajar en algo que me guste aunque sea mujer, si puedo hacerlo?-. Si no probamos, no vamos a poder trabajar en este sector. Yo estoy muy orgullosa de este paso, porque es un orgullo empezar con un curso y acabar trabajando. Estoy súper contenta.